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Octubre 21, 2019

Guillermo Solana - (FIL'82, Dr.FIL'87), licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid y Doctor en Filosofía por la misma Universidad. Ha desarrollado su carrera docente como Profesor Titular de Estética y Teoría de las Artes en la Universidad Autónoma de Madrid.

En 2005 fue nombrado director artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza cargo que compagina con la publicación de artículos, libros de arte y catálogos de numerosas exposiciones.

  • ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo como profesor?

De mi trabajo como profesor me gustaba todo excepto corregir exámenes. Sigo añorando los años que pasé en la UAM, que fueron sin duda los mejores de mi vida.

  • ¿Consideras que las carreras de humanidades están decayendo frente a las relacionadas con las TIC?

No puedo juzgar la situación dentro de las facultades porque llevo sin dar clase más de diez años... Su valoración por la sociedad ha decaído, sin duda. Pero eso no habla mal de las humanidades, sino de la sociedad de ahora, que es más inculta.

  • ¿Cómo animarías a un joven a estudiar una carrera de humanidades cuando constantemente escuchamos que las salidas profesionales están en otras ramas?

Cuando yo empecé a estudiar filosofía pura, mis familiares y conocidos me auguraban largos años de paro. Al final, tanto mis compañeros de carrera como yo, encontramos trabajo en la enseñanza, en la Administración, en empresas de lo más variado. Aunque la gente no lo sepa, las humanidades están en todas partes.

  • ¿Cómo han afectado las nuevas tecnologías a una institución tan “clásica” como es un museo?

De manera radical: antes el museo era una institución concebida para triunfar sobre el tiempo, preservando unas colecciones para las generaciones futuras. Ahora el museo es, ante todo, una institución que busca conquistar el espacio, facilitando el acceso a sus colecciones a todo el planeta gracias a la comunicación digital.

  • ¿Qué estrategia sigue el Museo para llegar al público joven? ¿Resulta cada vez más complicado?

Creo que es difícil, pero hay medios: las redes sociales, la "gamificación", las actividades participativas, la música...

  • ¿Cómo es el trabajo en un museo? ¿Qué papel tiene el director artístico? ¿Qué criterios sigue el Museo en la programación de exposiciones temporales?

El director artístico es responsable de las colecciones, de las exposiciones y de todas las actividades culturales que desarrolla el museo, como cursos y conferencias, conciertos, ciclos de cine, etc. Para programar pensamos, por una parte, en la relación de un proyecto con nuestras colecciones y, por otra parte, en los deseos del público.

  • Desde hace apenas un par de años, a la nomenclatura del Museo se le añadió la etiqueta de “Nacional”. ¿Ya se ha conseguido que los españoles lo consideren como suyo o sigue percibiéndose como un museo “familiar”?

Todavía tardaremos en quitarnos de encima la imagen de museo "privado" que mucha gente tiene del Thyssen, pero el cambio de nombre ha sido un paso muy importante, que debemos al ministro Méndez de Vigo.

  • Si tuvieras que calificar al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza en una palabra, ¿cuál sería?

Versátil. En la acepción de "capaz de adaptarse con facilidad y rapidez a diversas funciones" y no "de genio o carácter voluble e inconstante."

  • Ya son más de diez años como director artístico del Museo. ¿Hay algo que te haga especial ilusión conseguir que todavía no hayas tenido la oportunidad de hacer?

Catorce años ha hecho el pasado mes de septiembre. Hay muchos proyectos que me hacen ilusión, el que más me apetece es el de una exposición del pintor Caspar David Friedrich.

  • ¿Cuál es el mejor recuerdo de tu etapa como estudiante en la UAM? ¿Y cómo docente?

Como estudiante tuve la suerte de tener grandes profesores a los que recuerdo con cariño: Violeta Demonte, a la que he visto hace poco, Julio Bayón, Carlos Thiebaut, Juan Manuel Navarro Cordón, José Jiménez, Carlos París, Manuel Garrido... Como docente, me acuerdo de muchos estudiantes brillantes y agradezco a todos mis alumnos la paciencia con que sufrieron mi considerable ignorancia y mis limitaciones en general.

  • ¿Qué consejo darías a los estudiantes de la UAM y, sobre todo, a quienes están a punto de terminar su etapa universitaria y comenzar la laboral?

Que estudien lo que les apasiona con todo el empeño, lo demás vendrá por añadidura. Y que no dejen de estudiar lo que les apasiona después de comenzar a trabajar.