Federico Mayor

(Barcelona, España, 1934)

Federico Mayor Zaragoza (Premio AlumniUAM'15) científico con una dilatada trayectoria profesional. Tras su etapa como Rector de la Universidad de Granada (1968-1972), fue nombrado Catedrático de la UAM en 1974, año en el que nace el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, del que es cofundador. En el ámbito internacional cabe destacar su papel como Director General de la UNESCO (1987 - 1999). Actualmente preside la Fundación Cultura de Paz . 

En varias ocasiones ha señalado que "el porvenir está por hacer". ¿Cómo podemos inventar el futuro sin cometer los errores del pasado?

La juventud tiene que saber que hoy pueden superar muchas de las circunstancias de las que hace unos años eran insuperables, la mujer no tenía posibilidad de decidir ni de influir, no se sabía lo que pasaba más allá de unos kilómetros, hemos sido invisibles y anónimos, y ahora por fin somos visibles y dejamos de ser silencioso.

Estamos en un momento de gran esperanza, el porvenir está por llegar. Tenemos que dejar de ser espectadores para ser actores, tenemos que dejar de ser sumisos para ser rebeldes, tenemos que dejar de ser silenciosos para expresarnos y tenemos, sobre todo, que inventar otro mañana porque hoy, por fortuna y por primera vez, puede haber un cambio radical en la historia de la humanidad. Como dice el Presidente Obama “esta generación es la primera que hace frente a este desafío y la última que puede resolverlo”.

Podemos pasar de la fuerza a la palabra, podemos pasar de la diferencia a la igualdad, podemos pasar de este desprecio que ha habido siempre hacia determinadas religiones, ideologías o género, etc. Con la posibilidad de expresarnos ha venido la posibilidad de saber lo que acontece en el mundo y ha llegado, sobre todo, que la mujer está entrando progresivamente en la toma de decisiones de la vida nacional e internacional. El papel de la mujer es fundamental porque como bien decía Nelson Mandela, “la mujer solo excepcionalmente utiliza la violencia, el hombre solo excepcionalmente no la utiliza”.

¿Cree que la educación de hoy en día está enfocada a inventar el futuro?

La educación, últimamente, se ha dejado a veces influenciar demasiado por instituciones que son económicas y más que aprender a ser, que es la base de la educación, hacen que aprendamos a tener, a ser unos buenos consumidores, a ser personas que se adaptan a los perfiles de vida y a las actitudes que un sistema político pretende poner, pero todo eso no tiene fundamento alguno y no tiene nada que hacer delante de la reflexión de cada uno. Cada persona tiene que detenerse unos minutos y pensar en que cada ser humano tiene la capacidad de inventar, de reflexionar, de crear, es capaz de saber para prever y prever para prevenir. Es capaz de inventar el futuro, y esta capacidad de invención del futuro me da esperanza. Para ello la educación es importante porque como define la UNESCO “los educados son los que son libres y responsables”.

Hace tiempo comentó que es importante "volver al nido" de vez en cuando y no olvidar los orígenes. ¿Le parece que AlumniUAM es una buena forma de mantener ese vínculo con la universidad y con esa etapa de nuestra vida?

Hay que volver siempre al nido, como yo digo, porque sacamos muchas lecciones y, sobre todo una, evitar el olvido. Lo que uno debe hacer es recordar y procurar que todas las cosas que ha vivido se queden para utilizarlas debidamente, algunas son para decir precisamente porque se recuerda nunca más y otras para decir precisamente porque se recuerda esto es lo que vamos a fortalecer. Pero siempre tiene que ir unida la memoria, porque el olvido es terrible. Como estudiante de Oxford admiraba a los Alumni de allí que tenían aquel sentimiento de decir yo tengo que acordarme de estas raíces porque me permiten discernir que hay cosas que no deben repetirse y, en cambio, decir estas las tenemos que promover y fomentar.

¿Cómo podrían programas como AlumniUAM y la Fundación Cultura de Paz colaborar de manera sinérgica?

Estaría bien que haya intercambio de información y de sugerencias para la acción porque en el Instituto DEMOSPAZ, instituto mixto de la UAM y la Fundación Cultura de Paz, se va a integrar todo lo que tiene que ver con derechos humanos, democracia y cultura de paz y no violencia, y en él van a participar muchos profesores.

En AlumniUAM además de dar difusión de la actividad del Instituto, ¿cómo podemos convertirnos en actores?  

Desde el Instituto DEMOSPAZ hay que facilitar y ofrecer a los AlumniUAM los cursos y actividades para aportarles formación con un enfoque internacional ya que es algo fundamental hoy en día, puesto que cada vez más la ciudadanía global tiene un mayor peso. 

¿Debemos crear redes para ser actores?

Sí, un ejemplo claro es AlumniUAM ya que los miembros son todas aquellas personas de muy distintas profesiones que tienen en común el haber estudiado en una universidad que hoy es un ejemplo en muchas cosas porque tiene una gran cantidad de institutos científicos, un conocimiento importante en ciencias humanas, en el valor y empoderamiento de la mujer.

Su madre le dio dos consejos: vive intensamente y no aceptes lo inaceptable. ¿Qué consejo daría usted a nuestros AlumniUAM?

Cierto, mi madre siempre me decía que no tenemos que tolerar lo intolerable. En mi opinión, creo que estamos en un momento en el que mañana puede ser tarde. Que todos piensen que, por fortuna, lo único que tenemos que podemos cambiar es el futuro. El pasado ya está escrito, lo tenemos que describir bien, pero el futuro debe escribirse todavía y lo podemos escribir, y lo tenemos que escribir con las manos juntas los mayores, los menores, las mujeres, sobre todo las mujeres, porque como dijo Nelson Mandela “son la piedra angular de la nueva era”. Por todo ello, debemos plantearnos si somos capaces de cambiar las cosas y dejar de ser una sociedad de imposición, de violencia y de muerte. En realidad, la paz no ha sido más que una pausa entre conflictos. Nos tenemos que dar cuenta de que no debemos ser espectadores, sino que debemos ser actores de nuestro futuro.