En el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en el municipio de
Miraflores de la Sierra, se sitúa la residencia La Cristalera. Este complejo enclavado en plena sierra fue proyectado en 1957-1958 por tres de los arquitectos españoles más importantes y reconocidos del siglo XX, Alejandro de la Sota, José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún.
El edificio, que se integra perfectamente en una pendiente de la sierra, entre una ladera de pinos y otra de rocas, fue construido en dos veranos consecutivos, debido a la extrema climatología de la zona y fue concebido en origen para ser la residencia infantil de los hijos de los empleados de Cristalera Española, de donde deriva el nombre con que ahora conocemos este complejo.
En abril de 1988, en virtud de un convenio entre el Ministerio del Interior y la Universidad Autónoma de Madrid, se cedió a la Universidad el complejo de La Cristalera para que dichas instalaciones fueran utilizadas por la UAM. Posteriormente, la residencia La Cristalera se integró en el patrimonio de la nuestra Universidad.
Desde entonces, la residencia La Cristalera o Aula Vicente Aleixandre, como también se la conocía, ha sido el escenario de numerosos cursos, reuniones de trabajo, encuentros institucionales e internacionales, por parte de la Universidad Autónoma de Madrid, así como por otras instituciones públicas y privadas. A lo largo de estos años La Cristalera se ha integrado de forma plena en la vida académica de nuestra Universidad.
Por este centro han pasado numerosas y destacadas personalidades de ámbitos diversos como el político, jurídico, académico y profesionales de distintos sectores empresariales y culturales. Pero, sobre todo, cabe destacar la asistencia y participación de miles de estudiantes de toda la geografía española, haciendo aún más enriquecedora cualquier actividad de las que se han venido desarrollando.
Los primeros años de actividad en La Cristalera fueron dedicados casi de forma exclusiva a la celebración de cursos de verano organizados por la Universidad Autónoma de Madrid y será a partir de 1992 cuando el personal docente e investigador de nuestra Universidad utilice, a lo largo de todo el año, sus aulas como punto de encuentro para celebrar reuniones académicas y
científicas.
Después de un año de actividad reducida debido a la pandemia por la Covid-19, La Cristalera recupera paulatinamente su actividad y será escenario de alguno de los cursos de verano de la UAM que conforman la oferta de este año.
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