Nuria Enguita (HIS.'90)

Directora
Instituto Valenciano de Arte Moderno IVAM
 
 "El principal reto es que el museo sea un lugar necesario para las personas. Hay que trabajar en una programación de calidad, y en cómo llevar el museo al mayor número de personas"

 

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DESARROLLO PROFESIONAL
 
QS World University Ranking

 

Abierto el plazo para estudiar másteres oficiales

 

¡Atrévete a dar el siguiente paso en tu carrera profesional! Obtener un máster puede ser la clave para abrir nuevas puertas y alcanzar tus metas profesionales.

 

Podrás especializarte aún más en tu campo de estudio, adquirir conocimientos más profundos y actualizados y convertirte en un experto en tu área.

 

La UAM te ofrece una amplia gama de más de un centenar de títulos de máster (oficiales, títulos propios, habilitantes, erasmus mundus, conjuntos, programas internacionales...) en diversas disciplinas. Podrás elegir entre los que tienen un perfil investigador y los que son de carácter profesionalizante.

 

Además de la formación académica avanzada, los másteres ofrecen la posibilidad de expandir la red de contactos profesionales. 

 

No desaproveches la oportunidad de potenciar tu carrera. Recuerda que el primer plazo de matriculación estará disponible del 6 de febrero al 4 de abril.

 

 

 
Cursos de Competencias Profesionales

 

El XX Foro de Empleo de la UAM se celebrará en marzo

 

Vuelve, en formato presencial y online, el XX Foro de Empleo de la Universidad Autónoma de Madrid

 

El evento tendrá lugar los días 11 y 12 de marzo en formato presencial, donde el estudiantado podrá visitar los stands de las empresas y entidades públicas participantes, y los días 13, 14 y 15 de marzo en formato online.

 

Durante la semana del foro se organizarán diversas actividades en las que podrás participar: desayunos de empleo con entidades participantes, presentaciones online de empresas o entrevistas rápidas de empleo, espontáneas o con cita previa a través de la web del evento.

 

Para asistir al evento como miembro de AlumniUAM, visitar sus stands, facilitarles tu CV, apuntarte a sus ofertas, chatear con sus responsables de Recursos Humanos, etc., es necesario que te registres.

 

¡No pierdas la oportunidad de ampliar tus horizontes profesionales en el próximo Foro de Empleo y lleva tu carrera al siguiente nivel! 

 

 
PARA SEGUIR CONECTADOS
 

En febrero visita con nosotros el Museo de América

 

Acompáñanos a conocer este interesante museo, único en el mundo, dedicado a la preservación, investigación y difusión del patrimonio del continente americano y los pueblos que históricamente lo han habitado.

 

De la mano de Javier Calavia (HIS'21) nos aproximaremos a su colección desde un enfoque antropológico y podremos admirar piezas únicas procedentes de las distintas culturas y épocas del continente americano.

 

 

 

Nueva visita guiada a CaixaForum

 

Ven con nosotros a CaixaForum el próximo miércoles 21 de febrero a las 18.30h en una nueva visita a la exposición "Horizonte y límite. Visiones del paisaje" en la que exploraremos cómo ha cambiado la forma de percibir el paisaje y el territorio a lo largo de la historia.

 

No pierdas la oportunidad de admirar las obras de importantes artistas contemporáneos entre los que se encuentran Tacita Dean, Patricia Dauder, Miquel Barceló, Joan Fontcuberta, Bleda & Rosa, Cristina Lucas, Perejaume, Andreas Gursky o Rémi Zaugg, entre muchos otros. 

 

 
HISTORIAS DE LA UAM
 
"El último lunes del señor Krut"
por Anaïs Egea
Cuento ganador del accésit
Concurso UAM  de Creación 2022 

La UAM publica desde hace más de treinta años el resultado de una serie de concursos que ponen a prueba la capacidad creadora de la comunidad universitaria de la que AlumniUAM forma parte.

 

Te ofrecemos a continuación la lectura del texto firmado por Anäis Egea, ganadora del primer accesit de la edición 2022 en la categoría de Cuento, y miembro de nuestro Programa.

 

      El señor Krut trabajaba en el Departamento de Felicidad Ciudadana. Por lo general, su rutina era sencilla. Desde hacía trece años, entraba en la oficina a las ocho de la mañana y, lo primero, echaba un ojo al gran monitor principal y comprobaba que todos los pilotitos estuvieran en verde. Mientras los androides zumbaban a su alrededor comprobando algoritmos, él leía la prensa diaria. A media mañana, tomaba un café y miraba por el gran ventanal del departamento. Después, volvía a comprobar que los pilotitos siguieran en verde y dedicaba las últimas horas a avanzar en su novela. A las dos, firmaba el informe, fichaba y volvía a su casa.

      Krut sabía que era un privilegiado. Desde la Tercera Revolución Robótica y gracias a la aprobación del Decreto Ley de Preservación Laboral Humana, se había vuelto obligatorio contratar a un ser humano para cada entorno de trabajo. Salieron a concurso unos pocos puestos gubernamentales y, tal vez gracias a un momento de absoluta inspiración en el examen, quizá por sus lejanos lazos familiares con un ministro, consiguió aquel puesto vitalicio y, con él, la fortuna de formar parte del 0’04% de población no robótica con trabajo.

      Además, ser supervisor del Departamento de Felicidad Ciudadana no solo era un honor, también resultaba cómodo. O por lo menos lo había sido durante los trece años previos a aquel lunes en que se encendió el pilotito rojo.

Tres carreras, dos másteres, dos doctorados y un premio literario nacional habían preparado al señor Krut para conseguir el puesto, pero no para ejercerlo. Aquella lucecita roja parecía una burla, una tarjeta de expulsión, una prueba clara de su incompetencia. El piloto parpadeaba en silencio, pero el señor Krut lo sentía gritar. No tenía ni idea de qué debía hacer.

      Un discreto bip de su dispositivo cardíaco le recomendó que tomara una píldora extra para apaciguar su estrés y así lo hizo. Una vez notó que el corazón recuperaba ritmo de fado, se ajustó la corbata y acercó su silla giratoria hacia el monitor. Pulsó en el bocadillo rojo que parpadeaba en la pantalla y abrió la ficha del ciudadano problemático.

       «Sujeto no ingiere dosis», rezaban unas letras rojas encabezando la ficha de una chica de trece años llamada Amaia. En el informe podía verse que la muchacha acababa de pasar, no hacía ni un mes, de prepúber a adolescente y, como era natural, se le había asignado la dosis necesaria para contrarrestar la disforia premenstrual que iba a desarrollar. Sin embargo, por primera vez en sus trece años de servicio, el señor Krut se enfrentaba a una adolescente que no estaba ingiriendo sus píldoras decretadas.

      El señor Krut investigó si podía deberse a algún problema familiar. La madre era una regular consumidora del mismo fármaco y, además, ingería reguladores de serotonina sin saltarse ni una dosis. Parecía una buena mujer. Por su parte, el padre mantenía a raya las posibles bajadas de litio. El señor Krut navegó por el historial familiar: todos ellos cumplían religiosamente con la ingesta obligatoria desde la Regulación Estatal de la Felicidad Cotidiana. Una familia exenta de suicidas, un expediente sin mácula.

      Las pesquisas realizadas calmaron un poco al señor Krut. Era una jovenzuela, venía de una familia dócil, nada resultaba alarmante. Tal vez se tratara de un error del dispositivo cardíaco: de todos es sabido que es muy difícil acertar con la dosis de una persona con las hormonas en eclosión. Además, la familia de Amaia era post obrera. Al haber sido borrados del mundo laboral, se dedicaban a pulir, engrasar y reciclar piezas y a cambiarlas por alojamiento e hidrato-proteínas a las afueras de uno de los conglomerados fuertes de la ciudad. Los post obreros no saben mucho de leyes ni de salud ni de felicidad ciudadana.

      El señor Krut se ajustó la corbata, se enfundó la chaqueta, se prendió del pecho por primera vez su placa de supervisor del Departamento de Felicidad Ciudadana y tomó un taxi hacia el suburbio en el que aquella muchacha se había desviado del camino de la lógica y el bienestar. Al llegar a la barriada 44 del distrito Amazapple-Berg, no le llevó demasiado tiempo encontrar el apartamento de la familia de Amaia. Llamó al timbre y le abrió una adolescente gordita con un pijama bastante raído.

      —Soy el señor Krut, supervisor del Departamento de Felicidad Ciudadana.

      —Hola, señor Krut.

      —¿Es usted Amaia?

      —Sí.

     —Hemos recibido una notificación. Parece que no está ingiriendo las píldoras que el Estado le ha prescrito.

      —Ah, ya. No.

      —No sé si es consciente de la gravedad de este asunto. Está obligada por ley a ingerir esas píldoras. Es un asunto de seguridad nacional, pero, sobre todo, personal. De seguridad de… de usted.

    —¿Quiere pasar, señor Krut?

      El señor Krut, preocupado por no haber recibido por respuesta un «Perdón, ha sido un error, perdón», decidió pasar. Llevaba demasiado tiempo sin estar de pie y la espalda le estaba matando. Sin embargo, en cuanto cruzó ese umbral se olvidó completamente del dolor en los riñones.

  Las paredes y el techo de la exigua vivienda parecían enormes. Estaban completamente cubiertos de frescos. Una capilla sixtina robótica y marina, en la que un androide alargaba el brazo para tocar el tentáculo de un pulpo indolente, donde ballenas aladas convivían con tanques y personas de mirada apagada. Paredes cubiertas de pequeños dibujos entrelazados, un mundo entero de rostros que se asemejaban al que aparecía diariamente en el espejo del propio señor Krut. La belleza cruda de aquellos murales agarró el corazón del señor Krut, que ignoró el bip de su dispositivo cardíaco. Necesitaba sentir durante un segundo más que su alma era un ratón y aquella pared un laberinto.

      Miró a Amaia, esa cría tan anodina, y de repente se fijó en las motitas de pintura que constelaban su pijama y sus manos regordetas.

    —Esas pastillas me dejan el cerebro espeso, señor Krut. No me hacen más feliz. Me impiden pintar.

      Entonces, el señor Krut se acordó de su novela, siempre atascada en el capítulo tres. El señor Krut entendió algo sin saber muy bien qué era. Y, en ese preciso instante, a pocos kilómetros de allí, un segundo pilotito rojo se encendió en la pantalla del Departamento de Felicidad Ciudadana.

 
LA IMAGEN
 
Exposición CentroCentro

Top 100 Mujeres Líderes en España, que organiza la revista Magas de El Español, ha anunciado su edición 2024, destacando a 100 mujeres que sobresalen por su liderazgo en diversos ámbitos.

 

Entre las homenajeadas se encuentran ocho egresadas de la UAM cuyos logros reflejan el talento femenino y su compromiso con la igualdad.

 

Desde AlumniUAM queremos felicitar a estas ocho profesionales por este reconocimiento que destaca su papel inspirador y su contribución al progreso de la sociedad española.

 

 
 
ALUMNEWS
 
Alejandro MartínezGonzalbo
Juan Hernando

 

ECO'04

Director de Asesoramiento 
MoraWealth
Ana Folgueira Tamargo
David Olmeda 

 

BIOQ.'98

Head Drivers & biomarkers Metastasis Lab 
Sols-Morreale Biomedical Research Ins.
 
Gema Vázquez Díaz
Joanna Carrillo
FIL.ING.'15

Senior Coordinator

IE University

Pedro Reoyo
Irene Manzanera
DER.'14

VP 

Barclays Europe Markets Business

 
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