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Febrero 7, 2024

Nuria Enguita (HIS'90). Directora. Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM)

Licenciada en Historia y Teoría del Arte UAM, y tras su paso por la Fundación Tàpies y por Bombas Gens Centre d’Art, Nuria dirige el Instituto Valenciano de Arte Moderno desde 2020

Aquí puedes ver el vídeo de la entrevista  

  • ¿Qué estudiaste en la UAM?

Estudié Historia, especialidad en Historia y Teoría del Arte.

  • ¿Qué recuerdos guardas de esta etapa?

Para mí fue una etapa fundamental en mi formación. Creo que me preparó no solo a nivel académico. Siempre he defendido que la universidad prepara para la vida también.

  • ¿Cómo ha sido tu trayectoria?

Una persona amiga me habló de unas prácticas en el IVAM de Valencia y eso cambió mi vida. Estuve aquí desde 1991 a 1997, primero como ayudante de conservación y después como conservadora. En enero del 98 me fui y comencé a trabajar como directora artística en la Fundación Tàpies hasta 2008. Volví a Valencia y trabajé en el Encuentro Internacional de Medellín, que es también una bienal. Además, en 2014 fui co-comisaria de la XXXI Bienal de Sao Paulo. Posteriormente, Vicente Todolí llamó para dirigir Bombas Gens Centre d’Art, centro privado que se abrió en 2017 con una colección muy interesante. En el 2020 gané el concurso para la Dirección del IVAM y desde entonces estoy aquí.

  • ¿Qué ha supuesto tu nombramiento como directora del IVAM en tu carrera profesional?

Internamente lo sentí con gran emoción. Supuso un reconocimiento a mi trayectoria, pero a la vez también desde mi punto de vista, una gran responsabilidad. Después de haber estado en tres instituciones entiendo la organización como un todo y creo que el programa ha de estar muy acorde a la posición que tiene, tanto por su naturaleza jurídica, como por su posición geográfica y poner en marcha todo eso en una institución pública es, creo, muy importante.

  • ¿Qué cosas han cambiado desde tu etapa anterior en el museo?

Yo siempre digo que el museo es parte de la sociedad y por ello ha cambiado tanto como la sociedad ha cambiado. Y evidentemente, desde los años 90 hasta ahora se ha producido una aceleración del tiempo, del espacio, casi una explosión. Ahora estamos en otro paradigma de vida.

Cuando llegué al IVAM me parecía que los departamentos de educación y los departamentos de actividades que estaban siempre como “al servicio de”, y tenían que pasar a la agenda troncal del museo, de forma que también el museo sea un ente orgánico donde todos los recursos y todos los saberes trabajen para un bien común que se puede desarrollar como exposición, conferencia, libro, performance, como actividad o como paseo en la ciudad.

  • ¿Qué habilidades hay que tener para desempeñar un cargo como este?

En el ámbito de la cultura las relaciones son muy importantes y además son muy diversas. Hay que relacionarse con artistas, con políticos, con proveedores, con el equipo, personas, con los públicos... Y yo creo que ahí hay que crear un ambiente que sea positivo para todos y que, incluso si hay algún problema, se pueda discutir.

  • ¿Cuáles son los principales retos del IVAM?

Yo creo que el reto es que el museo sea un lugar necesario para las personas y para cuantas más personas, mejor. O sea, trabajar en una programación de calidad, pero trabajar mucho en cómo llevar el museo a las personas. Ese creo que es el principal reto de todos los museos.

  • ¿Qué cambios necesitan hacer los museos del futuro?

Los museos tienen que abrirse a otras experiencias y trabajar para, digamos, sin banalizar, aproximar. Es lo que nosotros estamos haciendo: intentando atraer a aquellas personas que el museo moderno no recogía.

  • ¿Cómo consideras que debe ser el perfil actual del curador?

Para mí el curador es un acompañante, es una persona que acompaña un trabajo y que, en el diálogo con la persona con la que trabaja -con el artista o las artistas-, va extrayendo casi lo que está latente y lo que está oculto, y lo que ni siquiera posiblemente el artista se dé cuenta de hasta dónde puede llegar su obra.

En un museo que tiene una colección es fundamental sacar o tener en cuenta esas latencias de las que habla Giorgio Agamben, algo que está ahí pero que quizá no se ha manifestado, porque esa historicidad de la obra de arte es muy importante. Y yo, como historiadora, también pienso que la historia nunca se acaba, la historia se reactualiza en cada momento y los modos de mirar y de pensar sobre las cosas también.

  • ¿Por qué crees que es importante mantener el vínculo con la UAM?

A mí me parece que la Universidad es fundamental. Es una de las de las patas fundamentales del saber, a pesar de todas las cuestiones por las que está pasando, como cualquier institución. Me parece que junto con los movimientos sociales y con los museos, son presencias necesarias para el desarrollo de una ciudadanía crítica y conocedora de su mundo y de las urgencias de su mundo.

Yo he estado menos en contacto con la UAM, quizá porque dejé de vivir en el lugar donde estudié. En la actualidad tengo mucho contacto con las dos universidades públicas de Valencia, porque consideramos que un programa de estudios desde el museo tiene que hacerse con la Universidad.