• ¿Qué recuerdos guardas de tu paso por la UAM?​

De la Universidad tengo recuerdos principalmente positivos. La universidad son muchísimas cosas, no solo la carrera que haces, también es el ambiente que vives. Conoces a muchísima gente de muchísimos sitios, que no solo es de Madrid, sino que vienen de todas partes de España a estudiar aquí, de diferentes niveles sociales e inquietudes culturales.

A todos nos marcó mucho el asesinato de Francisco Tomás y Valiente, que creo que para todos fue un punto de inflexión, no te diría solo de la universidad, sino vital. Esa ha sido probablemente una de las cosas que más me ha impactado vitalmente. Te das cuenta de la importancia de la Universidad, de lo que puede mover… de cómo se puede iniciar un movimiento desde la base de los estudiantes y no desde las esferas políticas o sociales. Un movimiento entero que se inició a raíz de un hecho tan dramático como aquel.

• ¿Qué es lo que más te ha ayudado para tu desarrollo profesional?

Primero la base formativa. Yo creo que estudiar Derecho, y esto es una lanza que siempre rompo a favor de la titulación, te da una base cultural, legal, por supuesto, y de pensamiento crítico, que pocas carreras te pueden ofrecer hoy en día. Es una carrera de Humanidades pero que, al final, toca muchísimos ámbitos de lo que va a ser tu vida en general, no solo en la vida empresarial.

• ¿Cuáles fueron los hitos más importantes de tu trayectoria?

Al principio, al salir de la carrera, tenía claro qué no quería hacer, pero son tenía muy claro que es lo que sí quería hacer. No era ejercer la abogacía como tal, pero no sabía cuál era el ámbito profesional en el que me quería desenvolver. Y a través de una persona que conocí en la propia facultad acabé en el mundo de la consultoría de recursos humanos, donde estuve aproximadamente unos 5 años.

Luego, casi por azar, se cruzó en mi vida la posibilidad de incorporarme a un medio de comunicación, en ese momento del grupo Vocento, y estando allí me hacen una primera llamada para irme al Grupo Prisa, donde ya empecé a asumir cargos de algo más de responsabilidad; me hicieron director comercial de As el periódico deportivo del grupo, y fue el primer soporte a nivel nacional que unificó todos los equipos de papel, de offline, con los equipos digitales.

Y otro de los grandes saltos que doy, y que yo creo que es otro de los grandes hitos de mi carrera, es cuando me incorporo en Amazon, cuando éramos muy poquito en ese momento en España (yo era apenas el empleado doscientos y pico). Mi misión era ayudar a crecer una línea de negocio, prácticamente desde cero, a una línea súper consolidada, probablemente generando 10 o 12 veces más de lo que generaba cuando yo entré, apenas cinco años antes.

Y, por último, donde ahora mismo estoy, en Twitter. Creo que en la cumbre profesional de mi carrera. Entré como director comercial de la compañía, hace 2 años, en una época muy complicada -me incorporé el 2 de marzo de 2020, días antes del estado de alarma oficial. Cerramos las oficinas unos días antes ya previendo que algo estaba pasando- y donde he vivido una transición en mi propio cargo, pues desde la dirección comercial he asumido la dirección general de la compañía, sin poder incluso, estar en la oficina o conocer a algunos integrantes de mi equipo en persona. Donde siempre hemos tenido que estar conectados a través de una pantalla, y ha sido una transición interesante de vivir.

A mí me ha tocado vivirlo en primera persona en una compañía que ya estaba adaptada a trabajar en un entorno digital o de teletrabajo, pero he podido empatizar mucho con todas esas compañías que han tenido la dificultad de adaptarse al mundo tan complejo que ha supuesto la pandemia y todo lo que ha conllevado, sin tener la preparación tecnológica para afrontarlo.

• ¿Cuáles son tus principales responsabilidades como director de Twitter en España?

Tengo un doble rol. Tengo una faceta más interna hacia dentro la compañía, y una faceta más externa. Mi principal responsabilidad es velar por la cifra de negocio de la oficina, pero todo eso canalizado con los objetivos que tenga la compañía a nivel mundial, con los objetivos que tenemos como compañía a nivel regional y, por supuesto, con los propios objetivos que tenemos en España.

Por otro lado, digamos que la faceta más externa al final también es una faceta de representatividad de la compañía en todos los ámbitos institucionales, sociales y medios de comunicación.

• ¿Y los retos más importantes?

El objetivo final y por lo que nació Twitter, es para servir a la conversación pública. Lo que nosotros queremos es estar atentos, para saber si lo que estamos haciendo está sirviendo realmente para cumplir ese objetivo que tenemos marcado a nivel global, y en caso de estar desviándonos de ese objetivo, identificar cuáles son los factores de corrección que tenemos que ir aplicando.

La multi-canalidad a la que nos estamos viendo sometidos, la globalización, el cómo actúan las audiencias, es algo de lo que estamos muy pendientes, pero dónde nosotros queremos, realmente, enfocar toda nuestra actividad es en ese único objetivo qué es servir a la conversación pública.

• ¿Cómo ha afectado la pandemia al uso de los medios digitales?

Nosotros lo que vimos fue picos de audiencia brutales, no solo en las redes sociales, sino en todos los medios digitales. Pero lo que si observamos en Twitter a diferencia de otros es que, los tiempos de consumos se alargaban, porque al ser lo que está pasando y al ser una fuente de información para tanta gente, desde fuentes tan diversas- de tal manera que es muy contrastable muy rápidamente- la audiencia al final lo que quería era estar en Twitter para saber cómo podían cubrir las incertidumbres que se estaba generando.

Y lo que vimos también, y eso afectó también al uso de los canales digitales, es el cambio de hábitos sociales. De repente has pasado de salir a la calle e interactuar de una manera, poder tocar a la gente, estar en un centro de trabajo con compañeros de trabajo, en un gimnasio, en un cine o en un teatro, a no poder hacer nada de eso y que tú único vehículo de comunicación sea prácticamente el canal digital o el teléfono.

• ¿Qué cosas han cambiado en el mundo digital?

Ha cambiado la velocidad en el acceso a la información. Han cambiado las fuentes de información, es decir, cuando yo empecé a trabajar, cuando yo estaba la facultad, tú te informabas en los medios que había, podían ser gratuitos, podían ser medios de pago y, además, ninguno era digital porque Internet en esos momentos era prácticamente un proyecto.

Sí veo algo fundamental, y es que creo que el sistema educativo tiene algo muy importante que decir sobre la educación digital y sobre toda esa fragmentación comunicativa. De cómo se recibe la información, cómo se genera y cómo se transmite. Tenemos que dar un paso atrás y educar a la sociedad en el poder que se puede llegar a tener a la hora de manejar la información, de transmitirla y de comunicarla.

• ¿Por qué crees que es importante mantener el vínculo con la universidad?

Poder aportar desde un punto de vista profesional, no meramente docente, sino desde la práctica profesional algo que creo que sí que puede contribuir a la propia formación de los estudiantes, a cómo ellos piensen sobre distintos ámbitos sociales, a que tomen decisiones relativas al mundo de la empresa, o al mundo de la cultura o a la propia sociedad. Porque, al final, lo que estamos haciendo es revertir ese conocimiento, que nosotros hemos ido adquiriendo desde la experiencia y desde la trayectoria profesional, de nuevo al flujo formativo y creo que esto complementa muy bien el trabajo que los propios docentes ya están realizando.