El jueves 19 de febrero visitamos la Real Academia de Ingeniería, ubicada en pleno corazón de Madrid. La actual sede se halla en el interior de un edificio cuyas paredes desprenden historia, ya que contienen los vestigios del Palacio de los Marqueses de Villafranca. Ante un gran portón del siglo XVIII, nos dio la bienvenida Ana Isabel, responsable de relaciones públicas y protocolo de la Academia, que se encargó de guiarnos a través de este hermoso espacio.  

UN EDIFICIO CON HISTORIA PARA UNA REAL ACADEMIA MODERNA

Nuestro recorrido comenzó en el patio y continuó por el salón de actos y el salón de plenos. A continuación, tuvimos la oportunidad de contemplar los restos de la muralla medieval edificada en Madrid durante los siglos XI y XII. La sorpresa de la visita llegó al atravesar los aseos de señoras, que nos permitieron acceder a un tramo del viaje de agua del que se abastecía la ciudad y que conectaba con el Palacio Real. 

Ana Isabel nos acompañó en nuestro viaje por las distintas salas que hoy acogen la sede. Su narración era un camino de idas y venidas entre el pasado y el proceso de restauración del edificio realizado hace varios años. Algunas estancias fueron redecoradas en el siglo XIX por el famoso arquitecto, escultor y pintor Arturo Mélida, que también se encargó de anexar al palacio una impresionante galería construida en hierro.

COLECCIÓN DE TESOROS ARTÍSTICOS

Las cámaras no dejaban de apuntar sobre los relojes, suelos de madera, chimeneas y muebles que formaban parte de cada habitación. Algunos de estos elementos siguen siendo un misterio para los investigadores, como la gran lámpara de cristal que se encuentra en el salón de baile, la copia del cuadro de Rubens “La Regencia”, altamente valorada por expertos de pintura flamenca, o el enorme tapiz que nos despide en la escalera principal, del que se desconoce su origen. 

La belleza y el estilo tan característico de estas salas, han convertido a la sede en set de rodaje de series como Víctor Ros, cuya biblioteca ha sido utilizada para ambientar el despacho de Cánovas, uno de sus personajes principales. 

Durante nuestra visita, también conocimos la existencia del Diccionario Español de Ingeniería. Tiene formato digital, de consulta abierta y gratuita para todo el público, y se trata del primer diccionario online de una Real Academia que cumple los requisitos de accesibilidad y usabilidad, gracias a la colaboración de la Fundación ONCE. 

Agradecemos a todos los asistentes su compañía en un trayecto envuelto en historia y futuro para la Real Academia de Ingeniería.   

¡Nos vemos en la próxima visita!