Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando

Creado

Marzo 31, 2016

El pasado 17 de marzo visitamos la visita a la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando ubicada en la céntrica calle Alcalá, muy próxima a la Puerta del Sol. Ésta se encuentra en el palacio de Goyeneche, una antigua mansión noble conocida como Mesón de la Miel, que fue construido por José Benito de Churrigera en el año 1720, durante la época de Felipe V, y fue adaptado al estilo neoclásico por Diego de Villanueva. Pudimos disfrutar de sus magníficos espacios y obras que alberga de la mano de Alfonso Gutiérrez y Rodríguez de Ceballos, académico y catedrático de la UAM.

En primer lugar, visitamos el salón de actos donde se recogen los actos de mayor empaque que se celebran en la Academia y en el que se encuentra un espectacular órgano, regalo de D. Ramón González de Amezua quien fuera director honorario de la institución. Seguidamente, pasamos al museo en el cual pudimos disfrutar de piezas únicas de la pintura española, italiana, flamenca y holandesa, entre otras, firmadas por autores de tal renombre como Bellini, Rivera, Rubens, Zurbarán y Goya.

En esta visita conocimos de primera mano el trabajo que se realiza en esta institución en cuanto a arte se refiere, concretamente, en la calcografía nacional donde se recogen más de 10.000 matrices metálicas, entra las que se encuentra la colección “Los Caprichos” de Goya, siendo ésta su primera producción en esta disciplina. Se debe destacar, dentro de la peculiaridad de este trabajo, el uso combinado de la nueva tecnología junto a la maquinaría del siglo XIX.

Para finalizar, visitamos la galería donde se encuentran infinidad de esculturas, además la Academia cuenta con un taller para realizar los vaciados y restauraciones. Y concluimos la visita en la biblioteca, donde nos hicieron muestra de la gran diversidad de documentos que se recogen, desde planos hasta incluso partituras pasando por libros de dibujo y antiguas escrituras.

Queremos agradecer una vez más a Alfonso Gutiérrez y Rodríguez de Ceballos por el tiempo que nos dedicó y por compartir con nosotros toda su sabiduría, así como a los asistentes que nos acompañaron e hicieron posible que pudiéramos disfrutar del arte tan de cerca. ¡Nos vemos en la próxima Real Academia!